Preparar el ají amarillo: Licúa el ají amarillo con un poco de agua hasta obtener una pasta espesa y suave. Reserva.
Cocer el pollo: Lava y corta el pollo en presas. En una sartén, sella las piezas con un poco de aceite caliente hasta que estén doradas por fuera. Reserva.
Sofrito base: En una cacerola amplia, sofríe la cebolla picada con el ajo y las arvejas, agregando un poco de sal. Cocina a fuego medio hasta que la cebolla esté transparente y las arvejas empiecen a ablandarse.
Incorporar el ají y el pollo: Agrega la pasta de ají amarillo al sofrito y cocina unos minutos, removiendo. Luego incorpora las presas de pollo doradas, mezcla bien y sazona con sal, pimienta y comino al gusto. Tapa la olla y deja cocinar a fuego medio-bajo durante 25 a 30 minutos, o hasta que el pollo esté tierno y jugoso.
Cocinar la tunta: En otra olla, hierve la tunta remojada y cortada en cuartos con un poco de sal, hasta que esté bien cocida. Escurre y reserva.
Preparar la salsa de maní: Tritura o muele el maní tostado (puedes hacerlo en licuadora o batán) y cocínalo en una olla pequeña con un poco de agua y sal hasta formar una crema espesa. Agrega esta mezcla a la olla de la tunta cocida y remueve para que se impregne del sabor.
Guarniciones frescas: Corta la cebolla en pluma y el tomate en cubos pequeños. Mezcla ambos con un poco de quirquiña picada para hacer una ensalada fresca y aromática.
Servir: En cada plato, coloca una porción de papa cocida, una de tunta con maní, una presa de pollo con salsa de ají amarillo, y decora con la ensalada de cebolla, tomate y quirquiña. Si deseas un toque más picante, acompaña con locoto o chile picado.