Lava bien el pollo, asegurándote de retirar cualquier resto de vísceras o plumas. Déjalo escurrir.
Precalienta el horno a 200°C si estás en la ciudad. Si tienes horno de barro, enciende el fuego con leña gruesa y deja calentar al menos 25 minutos. Sabrás que está listo cuando no puedas mantener la mano cerca de la boca del horno más de 5 segundos.
En una licuadora, tritura los ajos, cebollas, tomates, perejil, ají, canela, sal, comino y pimienta. Obtendrás una pasta espesa y aromática.
Con un cuchillo, haz cortes superficiales al pollo en las piernas, muslos y pecho. Esto permitirá que el condimento penetre mejor.
Unta la pasta de condimentos por todo el pollo, por dentro y por fuera. Si quieres más color o picor, añade un poco de ají colorado molido. Deja reposar al menos 2 horas para que se impregne bien el sabor.
Unta una bandeja con aceite para evitar que el pollo se pegue. Coloca el pollo entero sobre la bandeja.
Agrega los plátanos y papas enteras (con un pequeño corte para que se cocinen parejo). También puedes añadir un poco de aceite a estos para que se doren sin pegarse.